jueves, 17 de enero de 2008

Mi calle no se vestirá más de fiesta

La gestión en Cultura de la Ciudad de Buenos Aires arrancó con reciclaje de antiguos funcionarios, cambios drásticos y desguace de equipos. Adelanto de un área que empezó con problemas, antes de empezar. (Caras y Caretas, enero 08)

Los funcionarios y colaboradores oficialistas se encargan de decir que es un prejuicio errado ese que indica que el gobierno de Macri tendrá poco interés en la cultura, o manejará el área con un sentido empresarial, que la frivolice y la convierta en un producto de exportación.
Tal vez sea un prejuicio errado. O tal vez no.
La gestión recién comienza y algunos movimientos del Ministro Hernán Lombardi parecen señalar una línea. Ante los periodistas, los funcionarios de la oposición dicen que todavía es temprano para las afirmaciones. Pero en privado se animan a hablar de “alerta”.
El presupuesto de Cultura es de 474 millones de pesos. Representa el 4.1% del presupuesto total de la ciudad, sin contar el préstamo de 1.600 millones que solicitó el ejecutivo. 143 millones de los 474 están destinados a infraestructura, 134 directamente relacionados con edificios del área. El 85% de este dinero es para continuar las obras ya comenzadas en gobiernos anteriores de reformas en el Colón; el Teatro y Centro Cultural San Martín; el Museo de Arte Moderno; y para la construcción de la Usina de la Música. Esta política se condice con la línea general del gobierno macrista, expuesta en el número anterior de Caras y Caretas.

Nuevos viejos
En la nueva política de Macri se reciclan viejos funcionarios. Lombardi, viejo integrante del llamado grupo “sushi” de Antonito, convocó a otros ex “sushi” como su jefe de gabinete Alejandro “Conejo” Gómez y la mujer de este, Viviana Cantoni, antiguos funcionarios de De la Rúa. El ministro cuenta con Tony Puig Picart, Santiago Kovadloff y Alejandro Rozitchner "para que ayuden a pensar la gestión". Nombró a Josefina Delgado en Patrimonio Cultural y a Pablo Batalla, en Gestión Cultural. Creó el Ente Buenos Aires Turismo y puso en la dirección ejecutiva a Rodrigo Herrera Bravo
Antes del descalabro en su área, la flamante Directora de Festivales, Cantoni, recorrió las oficinas de Diagonal Norte al 800 en carácter de “visita social”. Después, fue su coordinadora la que comunicó que el festival se suspendía y que el equipo quedaba relevado, según la carta de la hasta entonces productora, María Carolina Simón. Con nuevo director, el festival, programado con mucha antelación para febrero, se pospuso a agosto, aún cuando había compromisos con artistas y productores.
El personal afectado al Festival Internacional de Teatro también fue obligado a abandonar sus puestos en 48 horas, lo que mereció el repudio de la comunidad cultural. Antes de verse en esa situación, el director del festival de cine independiente BAFICI, renunció.
A los trabajadores de esas áreas, considerados empleados de planta por el decreto 948/05 se los habría dejado sin tareas, y conminado a tomar licencias obligatorias hasta el 31 de enero, sin certezas sobre la continuidad de su empleo. Es que el 948 tiene la particularidad de que habilita a despedir sin indemnización.
Si de políticas empresarias se habla, la radio de la ciudad estrenó nuevas autoridades despidiendo personal, porque representaba un “costo elevado”. La actual directora es Virginia Ungaro, una licenciada en comunicación que se desempeñó como Public Relations de la firma de cosméticos Wella.

Con seguridad…
La diputada porteña del Frente Para la Victoria, presidenta de la comisión de Cultura de la Legislatura, Inés Urdapilleta, aclara que es temprano para pronósticos, pero que la ciudad “tiene una exigencia permanente. Querer tener una política no cultural le va a crear (a Macri) resistencia, porque Buenos Aires tiene una experiencia que trasciende lo estatal”.
El plan de Lombardi para el verano arranca el 12 de enero y durante ocho semanas ofrece una variada gama de eventos. Quizá con excepción del festival de rock independiente de Parque Lezama, no habrá ningún acto multitudinario. Estos eventos implican cierto riesgo y Macri querría tener todo bajo control. Por eso desaparecieron los grandes shows en La Pampa y Figueroa Alcorta. Seguramente el “Conejo” Gómez tampoco quiera saber nada con repetir la experiencia del Buenos Aires Vivo, que organizaba junto con Lopérfido, en que dos chicos murieron electrocutados en marzo de 1999.
imagen: Caras y Caretas
Christian Boyanovsky Bazán